Nulles es un municipio esencialmente vitícola, pero sobre todo es innovador. Cuenta con una Cooperativa, la Vinícola de Nulles, la bodega de la cual, proyectado por Cèsar Martinell, es conocida como “la Catedral del vino”. Visita su interior y sube hasta tocar del techo para ver de cerca las tinas y los arcos gaudinianos que usaba el arquitecto vallense. También podrás probar los magníficos cavas y vinos que producen.
También te recomendamos hacer una excursión en carro o a caballo por entre las viñas para disfrutar del término, conocido como la Toscana del Alt Camp por la singularidad y belleza del paisaje.
El horno de pan del pueblo, tiene fama por las cocas y por innovar constantemente en sus productos: elaboran pan de tomate y cruasanes de calçot, entre otras especialidades.
La iglesia parroquial, dedicada a Sant Joan Baptista, fue edificada en el siglo XVI, pero se reedificó en el siglo XVIII, en una época de gran prosperidad gracias al cultivo de la viña. Cuenta con un curioso campanario de torre octogonal decorado con cerámica barnizada.
Puedes ir paseando hasta la granja ibérica de Rabassats, recientemente descubierta, y después hasta el pueblo de Casafort; el paseo es reconfortante. Encontraréis unas preciosas casas dedicadas a turismo rural y uno de los pocos restaurantes con el distintivo ‘Slowfood’. Y no te pierdas Bellavista, un pueblo que alardea de su nombre y donde te querrías quedar a vivir.