El Pont d’Armentera incluye el despoblado de Selmella, en el extremo nororiental del término, en las vertientes de la sierra de Comaverd. En el antiguo Castillo (BCIN) se hicieron actuaciones arqueológicas para descubrir una torre y otros espacios. La iglesia de Sant Llorenç (BCIL), de un románico muy primitivo (s. X), conserva el campanario y muros macizos de piedra bien cortada, sostenidos por gruesos contrafuertes. Actualmente está en proceso de consolidación y restauración. La excursión a Selmella pasa por varias masías notables como el Mas de la Mel y Cal Figueras. Una de las masías más singulares del término es la de Cal Cagall (BCIL) o Pallissa de la Creu, con una capilla bien conservada de estructura románica y con un pequeño atrio delante.
La iglesia parroquial de Santa Magdalena (BCIL) conserva un magnífico retablo barroco (fechado en 1702) de autor desconocido que pudo salvarse de los destrozos del año 1936, en los cuales se perdieron muchas imágenes del templo, como la misma Santa y un venerado Cristo, del cual actualmente hay una copia. El retablo es una pieza de madera policromada y dorada, de concepción clásica, con abundante imaginería en relieve y guarnimientos del gusto del momento. Es una de las joyas escultóricas de la comarca.
Si vais al Pont, pasead por la orilla del río Gaià; es una delicia. Hay rutas para ir hasta las pozas y la antigua central hidroeléctrica, de la cual se conservan algunos elementos. También es interesante ver el inicio del acueducto que llevaba agua a Tarragona desde la época romana y el salto de agua, próximo a la población. En dirección a Santes Creus está la antigua ermita de Sant Pere del Gaià, citada en 980 dentro del término del Castell de Cabra. El Pont tiene un término muy extenso y se pueden hacer varias excursiones: a Selmella, a Santes Creus, la ruta de la piedra seca, a la roca del Llamp y al torrente de Rupit, entre otros.
