Alió es un municipio donde predomina el secano. En la primavera, los campos de almendros floridos que rodean el municipio son espectaculares. En la plaza de Sant Bartomeu encontraréis la iglesia parroquial, declarada Bien Cultural de Interés Local (BCIL), que lleva el mismo nombre. La construcción de la iglesia, motivada por el crecimiento demográfico y económico del momento, es del siglo XVIII, y, en el dintel de la puerta de acceso, veréis una inscripción del año 1767. Durante el siglo XIX, el municipio se convirtió en un importante centro vinícola que propició la creación de varias fábricas de aguardiente.
El pueblo tiene como ejes principales la calle Major y la calle de la Muralla. El casco urbano medieval, con restos de muros de la antigua villa, se declaró Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN).
La Cooperativa Agrícola (fundada en 1909) edificó la bodega proyectada por el arquitecto Claudi Duran i Ventosa en 1911, una bodega que fue ampliada en 1917 por el arquitecto vallense Cèsar Martinell. Alió es un buen lugar para pararse y comprar cocas de la panadería y frutos secos de la comarca.